Al igual que los techos verdes, las paredes verdes son estructuras con vegetación que se pueden usar en interiores o exteriores. Las cubiertas vegetales verticales pueden aumentar la eficiencia energética

Las paredes verdes se pueden diseñar para una variedad de tipos de plantas, incluidas hierbas o suculentas, y se pueden colocar al sol o a la sombra. Las paredes comestibles de hierbas o vegetales proporcionan fuentes de alimento. Sin embargo, se debe considerar el clima, la humedad y la iluminación al instalar este tipo de construcciones.

Las paredes verdes proporcionan beneficios similares a los techos verdes, pero también incluyen:

  • Rentabilidad: a través del sombreado, las paredes verdes pueden reducir las temperaturas en verano y reducir los costes de energía en un 23 por ciento.
  • Temperaturas de aire reducidas: Se pueden reducir hasta en 10 grados centígrados. Las paredes verdes también reducen la fluctuación de temperatura en la superficie de la pared, lo que puede dañar las horas extras de la fachada de un edificio.
  • Mejore la calidad del aire interior: Pueden filtrar los contaminantes del aire.
  • Pueden reducir las fluctuaciones de temperatura en la superficie de una pared de un rango de 10-60 ° C a uno de 5-30 ° C, lo que limita el movimiento de calor entre paredes del edificio. Causan esta reducción al atrapar una capa de aire dentro de la masa de la planta y crean un amortiguador contra el viento durante los meses de invierno.
  • Pueden ayudar a reducir la temperatura del aire alrededor de las válvulas de admisión, lo que significa que las unidades de HVAC requerirán menos energía para enfriar el aire antes de circular alrededor de un edificio.

Sistema de eficiencia energética en edificios

Estos sistemas en las fachadas de los edificios son un respiro para los habitantes de la ciudad. Reducen las ganancias solares y la dispersión. Facilitan la carga de energía, ya sea para calefacción o refrigeración y reducen las condiciones térmicas al aire libre.

Cuando estamos en casa o en la oficina, los jardines verticales promueven el bienestar y nos protegen de los cambios en el clima día tras día. También son una protección contra los efectos impredecibles de los cambios en cada temporada que pasa.

Cuando se instalan paredes vivas en los edificios, está demostrado que tienen un efecto importante en el rendimiento térmico sobre los propios edificios y sobre el entorno urbano.

De este modo, existe una combinación de diferentes mecanismos que ayudan a modular la temperatura interior y en consecuencia proyecta un ahorro energético. Son los siguientes: Intercepción de energía solar, aislamiento térmico proporcionado por la vegetación y el sustrato, enfriamiento evaporativo que resulta de la evapotranspiración y modificación del patrón de viento en la envoltura del edificio. Estos procesos han demostrado la posibilidad de que los muros exteriores sean utilizados como sistemas pasivos de ahorro de energía.

Según diversos estudios se ha demostrado que una capa de planta agregada a la fachada puede mejorar su efectividad en la resistencia térmica. También se descubrió que el flujo de calor entrante a través de una pared desnuda era más alto en comparación con la pared viva. Por lo tanto, con la selección adecuada y colocación de vegetación, una reducción importante de la demanda de energía de enfriamiento puede ser alcanzado.